martes, 15 de diciembre de 2009

Preparación metafísica para Navidad y Año Nuevo.........




En las fiestas que se aproximan se conjugan varios sentimientos, los de emoción por el festejo de Nochebuena y Navidad (para todos los que son cristianos) y los de Año Nuevo para todos los que compartimos el calendario vigente.

El campo emocional está más que nunca sumido en una vibración baja por tanta emoción que lo mantiene más unido a lo material que a lo espiritual.

Curiosamente, cuando más tenemos que estar unidos a lo espiritual, las emociones nos cambian las vibraciones y las bajan debido a que estamos más dirigidos mentalmente a lo material que a lo espiritual.

Las ausencias de seres queridos, los proyectos no logrados, las metas no alcanzadas, parecen horadarnos por dentro como si una fuerza gigantesca nos llevara en descenso hacia la tristeza, el desasosiego y la inquietud por lo que vendrá.

¿Cómo debe trabajar con estos sentimientos un metafísico?

Elevando la vibración, sintonizando con la vibración del Amor del Padre, es decir, AQUIETANDONOS.


Para ello debemos trabajar con la ley metafísica del mentalismo:

1- Dirigiendo nuestra atención a lo bueno que nos ha pasado este año, en vez de pensar en lo malo.

2- Recordando los buenos momentos que pasamos y compartimos con aquellos que ya no están en cuerpo pero si en espíritu, en vez de llorar por su ausencia.

3- Amando lo que hemos obtenido, en vez de añorar lo que no obtuvimos.

4- Pensar que podemos comenzar otros proyectos, en vez de creer que nunca obtendremos nada.

Si bien es de gran utilidad trabajar con las emociones fuertes que se sienten antes de las fiestas, como ya vimos en el anterior envío, ahora mencionaremos otro tema también importante.


En general en las fiestas, debido a lo emotivo de las mismas y a ciertos compromisos que nos obligan a reencontrarnos con familiares y conocidos, que no siempre son de nuestro agrado o con lo cuales tenemos algún conflicto, vale la pena tomar nuestros recaudos.


Si bien las grandes emociones afectan nuestro campo emocional, provocando una baja vibración que de alguna manera perjudican el equilibrio del campo físico y el mental, los conflictos personales, bronca, resentimiento, ira, etc., también disminuyen la vibración de energía.


Esto conlleva a una desarmonía que puede perjudicarnos a nivel mental y principalmente a nivel físico, al precipitarse como enfermedades como expresión de esos fuertes sentimientos negativos.


Si uno se encuentra frente a esta situación, en este caso conviene prepararnos trabajando metafísicamente con el rayo violeta de transmutación y el rayo blanco de elevación.


El conjunto de este trabajo nos ayudará a liberarnos de ataduras mentales que provoca el resentimiento y permitirán la elevación de la situación de conflicto purificando nuestros pensamientos.


Esto no quiere decir que nos olvidemos de aquello que nos lastimó, simplemente, sino que haciendo este trabajo nos permitirá la liberación de energía negativa provocada por esos sentimientos negativos y así poder pasar estas fechas tan especiales sin sentirnos tan abrumados por conflictos no resueltos.


Recordamos que todos somos hijos de Dios y en espíritu somos hermanos, luego la personalidad de los seres aquí encarnados, es responsabilidad de cada uno. Por eso cada persona elige con quien quiere estar y quienes son sus verdaderos amigos.


La diplomacia y el respeto al prójimo es parte de las actividades laborales o en algunos casos familiares. Los verdaderos sentimientos internos de una persona son dirigidos a quienes consideramos que actúan con nosotros dentro del amor, respeto, sinceridad y amistad verdaderos.

Mucha Luz para todos ...





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